La información confidencial de cualquier negocio o empresa debe ser tratada como un bien altamente importante, que se debe guardar debidamente, ya que de ella dependen generalmente los planes de desarrollo futuros, el crecimiento y la expansión de estos.
Dicha información en caso de que otorgue ventajas competitivas de la empresa o negocio frente a los demás actores en el mercado, debe ser tratada como “secreto Industrial”.
Diversas disposiciones legales establecen la posibilidad de realizar contratos relativos a la preservación de la información confidencial.
En este caso, mucha de la información que generará la empresa será “información confidencial”, especialmente los contratos, manuales de operación, sistemas, la información de proveedores, los métodos de comercialización, listados de clientes, etc.
En ocasiones, la sola redacción y celebración de un contrato no basta, ya que serán necesarias otras actividades tendientes a la preservación de la información confidencial y/o secretos industriales tales como la realización de obtención de pruebas que acrediten la preexistencia y debido resguardo y mantenimiento en secreto de la mencionada “información”, por lo que, según proceda se establecerán las medidas necesarias para integrar una adecuada protección.